Haciendo la mili escribía este cuento. Eran los años 1978-79
Los incansables rayos retornan a las
profundidades. Un tono grisáceo en un cielo empolvado cubriendo un paisaje que
ya no es campo. Infinitos mundos metálicos en infinitas bifurcaciones: un mundo
en el que el progreso es el supremo rey
y la técnica su consorte
y donde la más preciada criatura ha quedado postergada a ser una rueda más en el engranaje Y a pesar
de todo,¡ aún se respira un olor humano!
Uno de tantos habitáculos en uno de tantos cenicientos lugares del antes
azul planeta. Uno de tantos entes grupales, antes llamados familias, en otro de
sus huecos existenciales, antes
conocidos como simple rutina . Absortos delante de la pantalla e impasibles ante las ultimas noticias: “
Allá
que están, en otro mundo, a pesar de todo y todos, un abuelo y su nieto
El mayor que sigue ensimismado en sus recuerdos ¡Lo único que le queda!
Sueña con un río y una embarcación que él mismo dirige aún con fuerzas,
sorteando mil escollos en busca de un horizonte que es su propia muerte. A su lado, el pequeño enzarzado en sus juegos. Al punto,
la mirada centenaria hace parada naviera y le contempla; entre arrugas se
adivinan muecas primitivas de alegría.
Un almanaque, roído por el tiempo y botín rescatado de algún baúl,
comienza a ser descuartizado en un infantil impulso. Al punto, una arrugada
mano detiene el inocente homicidio mientras una voz
viene a romper el protocolo de reinante silencio
-
¡N... n...
no...noo¡ ¡Esa no!
Sorpresa y unos ojos inocentes que por fin le preguntan:
-
¿Por qué, abuelo?
Miradas rebeldes que se entrecruzan y saltan
destellos del olvidado diálogo.
-
¿Pero es que no te
has dado cuenta? ¡Es el 24 de diciembre!
Curiosidad,
sorpresa y la puerta del entendimiento que al fin se abre.
-
¿Qué significa 24
de… qué?
Y aquél, en tono
solemne, pronuncia:
-
24 de Diciembre
Toma aire, mira la techumbre y reclama:
-
Pero, ¿es que nadie
te ha hablado de esta fecha ? Verás... es una vieja historia tan antigua como
la misma vida…( Se detiene, le cuesta articular pero el mismo eco le hace
tomar nuevos bríos y comienza un relato
al que una fuerza irresistible le arrastra) Hace
muchos años hubo una época en la que el hombre era hombre , no un zombi como
ahora y poseedor de un cuerpo y un alma. Su parte física le proveía de sus
necesidades materiales y le haxía vivir pero lo más maravilloso era que su otra parte, mucho más poderosa e
infinitamente sabia, le hacía entrever lo que estaba bien de lo que estaba mal…
-
¿Bien? ¿Mal? No
entiendo ¿Qué quieren decir?
-
El bien y el mal eran
los dos extremos entre los que hacía equilibrios, vivía y
actuaba sabedor que entre ambos se encontraría a sí
mismo. Y no era nada fácil,
-
Ya, como ahora .Yo
también quiero ser fuerte, ¿sabes? Así
podré capitanear mi propia nave y
vencer a las fuerzas oscuras.
-
Sí, pero... a este
soldado sólo le mantenía un ideal, una
fe como la llamaban, una creencia en
algo que estaría por encima de todo: un Dios. Ven, acércate.
Dubitativo y falto de práctica, nuestro
infante se le acerca atraído por la curiosidad innata a las historias y
leyendas.
-
¿Sabes que se está
bien así?
Y tras una pausa cómplice vuelve el pequeño
a interrogarle
-
Pero dime ¿quién es
ese Dios y donde vive?
-
Mira, igual que yo
estoy encima, y por encima mío está esa lámpara, más allá el techo y mucho más lejos las estrellas…allí
está ese ser supremo y sólo hace falta creer que con él viviremos juntos y
-
¿Y qué tiene que
ver ese ser tan fantástico con esta hoja de papel que no me has dejado
arrancar?
-
En los años de los
que te hablo, era una fecha memorable, unos días de júbilo en los que se
conmemoraba el nacimiento del Hijo de Dios del que contaba.
-
¿Y quién era ese Hijo? Debería ser un alguien
muy importante como para
ofrecerle todos un cumpleaños en su honor, ¿no?
-
¡Y tanto! En su calidad
de Dios de los Hombres, nos envió a su propio Hijo para que se hiciera un
humano más, sufriera como tal y hasta
dejó que fuera blanco
de todas las burlas y vejaciones para
con ello hacernos entender con el ejemplo lo importante que es amar al que está a tu lado, más allá incluso de la
muerte.
-
¡Qué historias te
inventas ¡
-
No hijo mío, es una
larga historia más vieja que la vida misma
e igual que yo te la estoy contando así me lo contó mi abuelito y a él el suyo y así hasta el más remoto de nuestros antepasados.
Y en este punto, el calor humano hace
saltar la chispa: el tan ansiado abrazo del joven que embelesado por la
historia se deja acurrucar en el regazo de aquel hombre que ha abierto su
corazón. Ambos se recrean en el mágico candor y el muchacho que henchido
de gozo levanta gozo candor
-
¡Hace falta que venga otra vez abuelo1 Por qué no ha
continuando naciendo? No telo había contado pero ¿sabes que sueño?... Veo a
papá contento y feliz, juega conmigo y hasta me hacía carantoñas; jugaba en la
calle pues había eso que llamáis
árboles y tenía amigos ; en la tele no
había hambre ni guerras; mamá tenía tiempo y hasta me besaba…Y a ti abuelito,
te veía cada vez más contento, hasta por morirte y todo…¿Sabes que te digo?
...Que lo buscaré ¡Sí! Y le diré que
venga otra vez. Cuando lo encuentre lo haré mi amigo y se lo presentaré a
todos. ¡Vendrá, seguro que lo hará! Algo me dice que me has dicho la verdad y
que nos querremos todos mucho.
Se dibujan ahora rostros de felicidad.
Fluye una nueva savia que la irradia. Dos corazones encontrados en otro y
flamante inicio y la estancia que queda iluminada de un amanecer nuevo ¡Hasta
el supremo astro parece haber mudado de
aspecto contagiado de tan tierna escena!
Y en
un rincón, amarillento y ya casi sin hojas, el viejo calendario de su dolor
saca fuerzas de flaqueza para dibujar una sonrisa y al cielo se encomienda. Su
última y casi única hazaña.
FRANCISCO TORRALBA LOPEZ
Allá por 1979 haciendo la mili
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